martes, 9 de julio de 2013

LA PRINCESA AMNÉSICA



La bella y joven princesa salió a jugar con su nueva pelota dorada al bosque. Pero, como ya venía ocurriendo, la pelotita volvió a caerse al lago y se hundió. La pobre princesa lloró desconsolada hasta que una ranita llamó su atención. ¿Por qué lloras princesa? Le preguntó. Porque se ha caído mi pelota al agua y no me he traído el bañador ni las gafas de bucear de oro que me regaló mi padre, el rey. Entonces la rana le dijo: Si me das un beso yo traeré tu pelota. La joven princesa no disimuló una mueca de asco, pero se lo pensó dos veces y accedió. La rana estiró su lengua y ambos se fundieron en un apasionado beso de tornillo como los de las películas de Hanfry Bogart y Ava Gardner. Cuando la rana se dio por satisfecha, entró en el agua de un salto y no volvió a salir. La pobre princesa esperó un rato y volvió muy triste a su castillo mientras la rana se divertía contándole la historia a sus amigos acuáticos. Decenas de pelotas doradas adornaban el fondo del lago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario